HISTORIA
Aunque la especialidad existía en funcionamiento como tal desde muchos años antes en el Hospital Pasteur, Maciel y Pereyra Rossell, la Clínica de la Facultad de Medicina de la UdelaR, fue creada por el Consejo de Facultad en el año 1946, y nombrado el Dr José Luis Bado como Profesor, dicta su clase inaugural el 27 de junio de 1952. Este Maestro de la Medicina fue creador del INOT, y además fundador de la SOTU (Sociedad de Ortopedia y Traumatología del Uruguay), y uno de los principales iniciadores de la SLAOT (Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología).
Posteriormente siguieron en orden en el cargo titular de Profesor, los Dres. Oscar Guglielmone (creador del Fondo Nacional de Recursos y del Banco de Prótesis), Líber Mauro, Carlos Suero Castro, Antonio Barquet y Luis Francescoli. Habiendo ademas Encargaturas o Interinatos, en períodos intermedios o de transición de los Prof. Agdos Dres Roberto Masliah y Asdrúbal Silveri. Cada uno de ellos con diferentes características, pero todos, a lo largo de los años han aportado los elementos necesarios para mantener el prestigio formativo de la Universidad de nuestro país al más alto nivel internacional.
Debemos recordar que en el año 1994, se dividen las Cátedras de adulto y de niño, y actualmente 30 años después, aunque funcionan separadas, vuelven a formar parte de una sola Unidad Académica de Ortopedia y Traumatología con dos Profesores.
Lo antedicho, implica para nosotros, un enorme orgullo, y a la vez una gran responsabilidad, ser parte del equipo docente de nuestra Clínica Universitaria, sin importar el lugar que cada uno ocupa en ella, ya que el trabajo en equipo es la mayor fortaleza y sostén de la misma.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Vivimos un pasado de difícil información, donde Uruguay llegó a ser pionero en tratamientos de algunas patologías, y solo como ejemplo, a través del Prof. Bado, con publicaciones e incluso clasificaciones de algunas lesiones que mantienen vigencia hoy día, casi 60 años después.
Un presente de crecimiento vertiginoso de la Especialidad, en lo que tiene que ver con los avances tecnológicos relacionados a estudios imagenológicos, entre otras técnicas diagnósticas, y terapias que van desde lo biológico a lo robótico, todos elementos a los cuales nuestra Universidad no puede estar ajena, y debe mantenerse en continuo crecimiento, para que sus estudiantes (pregrados y residentes) puedan avanzar al nivel de necesidad actual, y comparable con Universidades Privadas nacionales y extranjeras. Siempre, con el control del equipo docente, para que aprendan a no desprenderse del uso de la Evidencia Científica, en la toma de decisiones, al momento de tratar los pacientes.
El futuro es incierto, las generaciones de estudiantes y docentes van cambiando, se aproxima la Inteligencia Artificial, la Robótica en las técnicas quirúrgicas y diagnósticas, y todo lo virtual que crece rápidamente. Y en ese momento, probablemente nos demos cuenta, que lo humano va a ser lo más importante, y es por este motivo, que la HUMANIZACIÓN y la ÉTICA, siempre debe estar en nuestra formación, y quizás en el futuro, ésta, sea la DIFERENCIA. Pasado, presente y futuro nos han marcado este camino, que aún hoy seguimos.
EN QUÉ ESTAMOS HOY
La Clínica pasa por un momento de adaptación, iniciado hace unos años a través de la idea del Prof Dr Luis Francéscoli, con la participación público privada en la formación de nuestros residentes, comenzada hace mas de 15 años (siendo de las primeras especialidades de la UdelaR), pero agregando hoy día
que esa participación sea igualitaria y rotativa por cada Centro Docente Asociado (CEDA). De esta forma, todos los residentes tienen la posibilidad de además del INOT y del HPR, como era antiguamente, rotar por todos los Centros asociados, y aprender como trabaja cada traumatólogo de un Hospital del Montevideo, así como de Instituciones públicas y privadas de Montevideo y del interior del país. A ésto se agregó en los últimos 6 años la participación en el Hospital de Clínicas, donde la Clínica tiene esa pata necesaria, tanto para la formación, como para la atención en el Hospital Universitario.
Este sistema requirió del apoyo de la Universidad, de que creyera en el sistema, y de las Instituciones que se han adherido progresivamente, para ser parte de la formación de los ortopedistas del país, e incluso conocerlos, para que puedan ser integrantes de sus equipos de trabajo.
Además, la virtualidad nos enseñó y nos permitió la comunicación y el aprendizaje a distancia, de forma tal que todos los residentes, ex residentes y colegas, pueden conectarse a todas las actividades curriculares de la Clínica (ateneos, cursos, pases de guardia, etc), También con esta herramienta, estamos más cerca de los estudiantes de pregrado, que pueden acceder en forma igualitaria al curso anual de patología ortopédica y traumatológica, que es independiente de los cursos asistenciales prácticos, y las pasantías de materias optativas anuales.